viernes, 4 de julio de 2014

Destritos

Había una puerta verde pintada
con pintura al aceite. No conoce
de materiales de ferretería pero
el pasado se construye así.
Puerta verde que se abre puede ser una
puerta a la Verdad.

En ese patio de hamaca grande
y blanca había un triciclo con el que
recorre una gigantesca galería,
hasta hoy.

Se inventa así un viaje ida y vuelta
¿De qué crimen se me acusa?
pregunta quien gastó la escucha en
su propio descargo.
Hablar es humano pero escuchar es
un don derivado de los dioses.
Qué necesitás,  preguntó.
Vivir en  frontera de rasgo tan
hostil  es haber creado un país
en la intersección:
la nada se convierte en materialidad de la ausencia
y la ausencia, en invención.

¿Qué necesitás?


Qué te sobra en todo caso, sería más adecuado.
Excesos de sentido es lo que abruma al lector.
Barroquismo de la memoria
tiende a rellenar agujeros. La tierra funciona del mismo modo.
El detrito cae  y se deposita
en cicatrices del paisaje.
y
mucho tiempo después  una llanura plana
llena de liebres, arroyos y girasoles
llenan por suerte la retina de quién
recuerda ver y ve.






No hay comentarios:

Publicar un comentario