viernes, 4 de julio de 2014

La sal de la vida


Un viento fuerte levanta el espíritu y
una sudestada mezcla mar con  aire,
La lluvia salobre enriquece los campos
como las cenizas después de un incendio
o erupción.No tenemos dimensión colectiva
de los acontecimientos. Y calificamos de tragedia
algo que en escala sería una hormiga aplastada
por el dueño del jardín.
La biología limpiamente va arrasando con especies
poco hábiles. Nosotros apostamos a la duración,

Imagino el aire penetrando el mar y
vesículas gaseosas generando universos
inútiles entre las gotas del mar revuelto.
Un banco de agua vivas dividiendo su plasma
y los cazones en la luz fría de Junio
cuando los bañistas toman capuccinos en la calle Santa Fe.
Las almejas trabajando insistentes.
y la arena reorganizándose marea a marea.
El mar en Junio debe estar templado
y silencioso en lo profundo.
Como al principio de todo,
 elementos y  silencio.

El viento sería un puente móvil
entre edificio y plataforma continental
en el segmento se va y se vuelve
mientras el mar de Junio alimenta
la fantasía de quien yace a cuarenta metros en el aire
Estamos en el aire,¿ no te das cuenta?

No, estamos en una estructura que nos sostiene.
Atravesados por el aire del Sur,
que trae la sal de la vida a esta ciudad insípida.

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